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viernes, 24 de enero de 2014

Roma. La Ciudad eterna. =)


¡Hola Caracolillas!

Como lo prometido es deuda, después de la primera parte aquí os dejo la segunda parte de mi viaje a Roma. =)
Espero que os guste y/o os sirva de ayuda para aquell@s que queráis visitar Roma próximamente.

El primer día comimos en un restaurante bastante apañado
de precio en el Trastevere, el barrio bohemio de Roma, Carlo Menta (Via Della Lungaretta, 101), dónde disfrutamos de una maravillosa carbonara. Durante la tarde tiramos mucho de los sitios de pizza al peso que hay por toda la ciudad. La verdad, que me encantó la idea de tener gusanillo y poder zamparte un rico trozo de buena pizza en cualquier momento. Para la cena pedimos pizza para llevar y la comimos en el hotel, después de pasear por la Plz. España, porque entre el madrugón y el día de emociones estábamos muertos.

Nos despertamos al día siguiente, llovía a cantaros por todo Roma, así que decidimos ir a visitar los Museos Vaticanos y el Vaticano. A lo que dedicamos toda la mañana y gran parte de la tarde. Hasta allí nos trasladamos en metro. El metro de Roma sólo tiene dos línias la A (naranja) y la B (azul). Me pareció oscuro, muy viejo y descuidado, ya que huele a humedad. En la actualidad están construyendo una tercera línea de color verde. Os dejo por aquí un mapa del metro, para que veáis lo simple que es y que realmente, no hace falta ni imprimirlo, sobre todo si estáis acostumbrad@s a moveros en metro, si es que vuestra ciudad tiene la suerte de estar comunicado con él. Para ir al Museo del Vaticano nos bajamos en la parada Ottaviano, está a 15-20 min a pie.

Los Museos tienen un precio de 16€ y existe el 50% de descuento para los estudiantes, aquí no aceptaban ningún tipo de carnet joven, sólo el de estudiante. En él podemos encontrar cuadros, tapices, esculturas, colección de elementos etruscos, sarcófagos egipcios, obras de arte de todo tipo entre las que está la famosa Capilla Sixtina, vamos es todo un alarde del poder de la iglesia, como todo el Vaticano en general. Comimos de camino al Vaticano en un sitio de pizzas al peso, ya que para ir al Vaticano hay que desandar los pasos dados hacia los Museos, y dar la vuelta a la muralla.


En el Vaticano, nos encontramos con la Plz de San Pedro, la
tan famosa plaza desde dónde los papas dan tantos discursos. Muy bonita, la verdad. Y la Inmensa Basílica de St. Pedro, dónde trabajaron renombrados arquitectos como Miguel Ángel, Bernini o Donato Bramante, en ella se encuentra la Piedad de Miguel Ángel, el Baldaquino de San Pedro y las Grutas Vaticanas, entre otras cosas. Además, podemos subir a su cúpula, por 5€ a pie y 7€ en “ascensor”* (con descuento para nadie). Aquí es dónde se suele hacer una de las fotos más típica italiana, con la plaza de San Pedro en primer plano, y la verdad, que las vistas son impresionantes, pero la subida.. llegas sudando sí o sí jajaja lo mejor es tomárselo con calma, y subir con alguien de cachondeo, se hace más corto y llevadero, claro. Como estaba chispeando cuando decidimos subir, nosotros subimos solos, tuvimos mucha suerte, porque no quiero imaginar cómo es subir con la presión de tener alguien detrás de ti. Arriba no había demasiada gente.

Entre los Museos Vaticanos y la Basílica pasamos el día por allí hasta bien entrada la tarde sin casi sentarnos, y yo que siempre he sufrido de dolor lumbar, estaba que me moría de dolor. Así que decidimos ir a una farmacia a buscar lo que más me alivia junto a un antinflamatorio, el calor. La emoción que sentí al ver los parches/fajas de calor de thermacare es indescriptible. Las que se utilizan para la zona lumbar, son una especie de fajas de usar y tirar, que dan calor, en principio durante 8h, pero la verdad que a mí me duraban mucho más, entre 12h-16h. Y fue lo que me permitió disfrutar el viaje al 100%, ya que no paramos de andar durante los 4 días.

Por la tarde-noche, y para reponer fuerzas fuimos a la heladería-pastelería Giolitti (Via Uffici del Vicario, 40, cerca de la columna Trajana), a tomarnos uno de los mejores helados que he probado. Y después de un paseo por el Panteón y la Piazza Navona, decidimos a cercanos al Tratevere, para cenar en Bruno alla Lungaretta (Via della Lungaretta, 68). Dónde nos obsequiaron con la típica Bruschetta al Pomodoro. 



Y comimos de primero unos Macarrones de los gordotes con alcachofa y bacon y Risotto de calabacín con provolone.



De segundo probamos el típico Saltimbocca; se trata de filetes de ternera, con jamón y salvia muy tradicional en Roma, que no nos gustó demasiado, la verdad.

El tercer día, decidimos dedicar la mañana a visitar el Coliseo, el Foro Romano y el Palatino. De camino al Coliseo nos llovió - ¡Ole que suerte!- y aun así compramos la entrada que en realidad es un pack para entrar a las tres cosas, durante 2 días, que tiene un precio de 12€ y con carnet Joven 7,50€. Justo antes de entrar paró de llover, y pudimos disfrutar del espectacular Coliseo, y de paso, ahorrarnos colas, otro truco para ahorrarse la cola de comprar la entrada del Coliseo es comprarla en el Palatino.
Justo enfrente del Coliseo y de camino al Foro, encontramos el Arco de Constantino, que en ese momento estaba lleno de andamios, debido al mantenimiento, que suelen aprovechar los meses de invierno, para llevarlo a cabo.

Fuimos a visitar el precioso Foro y el Palatino, que ambos están juntos. El Palatino era la colina dónde los ciudadanos más ricos tenían sus viviendas, la verdad es que es muy interesante y el Foro también nos gustó muchísimo era dónde se concentraba la vida pública de los ciudadanos romanos y se pueden ver los restos de algunos templos, arcos, etc. Al salir por el Foro, podemos encontrar la estatua conmemorativa a Rómulo y Remo con la Loba que según cuenta la leyenda les alimentó. Es chiquitita y me recordó un poco al Torito de Teruel, jajaja todo el mundo habla de él y luego, casi no se ve en la plaza que está jajaja. 


Decidimos ir a comer a la Pizzeria Panattoni (Viale di Trastevere, 53) que tiene fama de ser una de las mejores pizzerías. Al llegar estaba cerrada, ya que libran los miércoles, y al parecer al medio día no siempre está abierta, porque el último día nos acercamos para comer y también estaba cerrada, así que nos quedamos con las ganas de probar las pizzas de la Morgue Italiana, que es como se conoce entre los “italianinis”. Aprovechamos para perdernos por el Trastevere, y llegar andando hasta el Castillo de Sant’Angelo, junto a uno de los puentes más bonitos y emblemáticos de Roma, el de Sant’Angelo y el de V. Emmanuele. Y así dedicamos la tarde a pasear por el barrio del Ponte. Para acabar visitando las cuatro fuentes, que es un minúsculo cruce con una fuente en cada esquina, es muy peculiar y bonita de ver.

El último día, madrugamos, y lo intentamos aprovechar al máximo dedicándolo a tirar monedas en la Fontana di Trevi, visitar la Piazza di Popolo, dónde se puede subir a un pequeño mirador desde donde se ve la ciudad. Y el monumento de Vitorio Emmanuele, que posee uno de los pocos miradores desde donde se ve el Coliseo. Se puede subir gratuitamente hasta más o menos la mitad, pero, subir arriba cuesta 7€, que no pagamos.

Como despedida, reintentamos ir al Panettoni, pero como ya os he comentado antes estaba cerrado, así que apostamos por algo seguro: Gnochis, pasta (deliciosa carbonara) y Pizza en Carlo Menta. Buenísimos Gnochis a la trasteverina (con tomate y basilisco).





Ha sido una experiencia super positiva. Nunca había estado
en Roma, y me ha gustado muchísimo. En los 4 días no hemos parado de andar, pero ha merecido muy mucho la pena. Me ha gustado mucho la experiencia. L@s roman@s muy majos, además se defienden muy bien en castellano, y si no lo hacen ponen mucho de su parte por entenderte y ser entendidos. Es una ciudad con muchas personas no nativas, y de habla hispana. Es cierto, que a pesar de haberla visitado en temporada baja, había mucho turista suelto, así que no quiero pensar cómo está en temporada alta jaja.

Para mí, poder viajar en temporada baja es perfecto, los vuelos y el hotel son mucho más baratos, hay menos colas en los lugares para visitar, menos turistas, etc. casi todo son ventajas, las dos únicas pegas: que en esta época suelen aprovechar para hacer el mantenimiento de los monumentos, por tanto te los puedes encontrar con andamios, y tal (como nos ha pasado) y que anochece en seguida y por tanto, los días son más cortos, por todo lo demás todo son ventajas. Es una buenísima manera de hacer vacaciones Low Cost.


Y con esto y un bizcocho… ya os dejo tranquil@s que hoy me he pasado de pesada.


Un besote, ¡que tengáis un buen día!


















*¿Por qué ascensor está entre comillas? A pesar de elegir ascensor también hay que subir escaleras. Si subimos andando son 551, y si subimos en ascensor se reducen a 320.

 

2 comentarios:

  1. ¡Ohhhh! Qué bonito todo ^^ Pero me has matado con las fotos de las pizzas... ¿¡Porqué!? :'-(

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    1. ¡Muchas Gracias! Si te han matado las fotos, no quieras saber cómo de buenas están mmmmm yo sí que me muero por estar tan lejos de ellas jajaja

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